Tradición y experiencia
Sal Torres trabaja las salinas de Eivissa desde 1965, acumulando así más de medio siglo de experiencia en la producción de sal ibicenca. Esta larga trayectoria refleja la tradición y el conocimiento profundo en el proceso de obtención de sal.
Pureza y
calidad
La sal de Ibiza destaca por su pureza, con un contenido de cloruro sódico que oscila entre el 98,6% y el 99,3%. Este elevado grado de pureza la convierte en un producto de alta calidad, potenciando su sabor y siendo óptimo para la conservación de alimentos.
Sal Torres se distingue por su producción artesanal en la molienda y envasado de la sal, utilizando métodos tradicionales. El proceso, que involucra la exposición al sol y viento y la trituración con molinos de piedra, garantiza la obtención de diferentes tipos de sal.
Proceso artesanal
La producción de sal de las salinas de Ibiza por parte de Sal Torres cuenta con la consideración de agricultura ecológica por parte del Govern Balear, resaltando el compromiso de la empresa con la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental.
Ecológica y sostenible
Nuestra historia
Los primeros documentos históricos que hablan de las salinas ibicencas datan del siglo XII, en la época andalusí, mencionando la exportación de sal y madera desde Yabisa (nombre musulmán para Eivissa) hacia el norte de África. Aunque no hay testimonios escritos, la presencia de ánforas púnicas en yacimientos arqueológicos sugiere que la explotación de la sal en Eivissa se remonta a más de dos milenios.
Hasta la eclosión del turismo en la década de los 60, la extracción de sal fue durante siglos la principal industria de la isla de Ibiza. En una economía de subsistencia como la ibicenca, trabajar en la recogida de la sal suponía una fuente de ingresos extraordinaria para las familias. Durante siglos, el trabajo de salinero fue prácticamente la única actividad remunerada a la cual podían aspirar los campesinos ibicencos.
Sal Torres se funda en 1965 y ya se ha convertido en un pilar de la comunidad ibicenca. Con la experiencia de toda una vida, la empresa se especializa en la molienda y envasado de la preciada sal marina de Ibiza. A pesar de los cambios en el mercado, Sal Torres ha mantenido la pureza y calidad de la sal, destacando por su producción artesanal. La empresa ofrece una variedad de productos, desde sal fina para cocina hasta mezclas especiadas.
Aunque los tiempos han cambiado y las antiguas tradiciones han disminuido, Sal Torres se mantiene como un referente en la isla. La pureza de la sal de Ibiza, con un porcentaje de cloruro sódico entre un 98,6 y 99,3%, la distingue como un producto único. A pesar de los desafíos modernos, la empresa sigue siendo una apreciada proveedora de sal en la isla, sirviendo tanto a la comunidad local como a los visitantes que buscan la esencia auténtica de Ibiza.
Hasta la eclosión del turismo en la década de los 60, la extracción de sal fue durante siglos la principal industria de la isla de Ibiza. En una economía de subsistencia como la ibicenca, trabajar en la recogida de la sal suponía una fuente de ingresos extraordinaria para las familias. Durante siglos, el trabajo de salinero fue prácticamente la única actividad remunerada a la cual podían aspirar los campesinos ibicencos.
Aunque los tiempos han cambiado y las antiguas tradiciones han disminuido, Sal Torres se mantiene como un referente en la isla. La pureza de la sal de Ibiza, con un porcentaje de cloruro sódico entre un 98,6 y 99,3%, la distingue como un producto único. A pesar de los desafíos modernos, la empresa sigue siendo una apreciada proveedora de sal en la isla, sirviendo tanto a la comunidad local como a los visitantes que buscan la esencia auténtica de Ibiza.